La inevitable atracción de dos hermanos
Todo trascurre en una casa lujosa donde el padre de una morrita trae de visita a su casa al hijo de su nueva mujer. Ella puso sus ojos en el al momento de conocerle. Al compartir baño pudo verle el tamaño de su verga y desde entonces la flaca de la hermanastra sintió el deseo de tener su pinga en su boca. Se la chupa en la cocina y ella acariciaba con sus manos su verga y le daba ligeras chupadas para ir entrando en calor para después meterse en el cuarto del hermano y que sus chamorros y sus pequeños muslos empujen cada vez más rápido para que la virilidad empinada de su nuevo pariente le haga tener un orgasmo.